Sabiduría para espíritus
ganadores.
José Ruiz
Esta semana se celebró el
Nacional de Taekwondo (TKD) en Veracruz, felicidades a todos los participantes,
hubo campeones y también hubo aquellos que deben seguir fortaleciéndose para
obtener lo que anhelan.
Es probable que las palabras de este artículo sean crudas para algunas personas, pero aclaremos algo antes de leerlas; “en esta vida nada es personal, todo es circunstancial” palabras dichas a mis alumnos de posgrado cuando estaban a punto de reprobar la materia de Seminario de Tesis. Y que muchos recuerdan con mucho cariño.
Este artículo hablará del
espíritu de los niños que se fortalecen o se quiebran tras la intervención
oportuna o desatinada de un padre en afán de hacer su trabajo con su hijo. ¿A qué
padre no le gusta que su hijo sea el mejor?
Escuchemos la voz de un padre: “Y esos moretones, ¿te pegaron en la escuela?; quiero que le partas su m..##$¿&#% o sino, aparte de que te la partan allá yo te la partiré…”
Ufff, ¡que reto!
Traducción: Mi papá quiere que sea el mejor…debo romperle su mandarina a todos sin importar las consecuencias y no dejar que otros se aprovechen de mi.
Salvo lo que ustedes opinen el mensaje tiene algo de verdad, pero la forma no fue la correcta.
Escuchemos la voz de un padre: “Y esos moretones, ¿te pegaron en la escuela?; quiero que le partas su m..##$¿&#% o sino, aparte de que te la partan allá yo te la partiré…”
Ufff, ¡que reto!
Traducción: Mi papá quiere que sea el mejor…debo romperle su mandarina a todos sin importar las consecuencias y no dejar que otros se aprovechen de mi.
Salvo lo que ustedes opinen el mensaje tiene algo de verdad, pero la forma no fue la correcta.
Vamos por la vida procurando
hacer el bien, y nuestro lema es: “Así me educaron y ve como soy un buen hombre
(mujer), tu no recibes ni la mitad de los golpes que recibí de tu abuelo.”
Creo de primera instancia debemos entender que
todos somos buenos, venimos de una fuente que es “buena, generosa y abundante”,
por tanto nosotros somos seres con características de bondad,
generosidad y abundancia, las cuales desarrollamos a lo largo de nuestra vida,
para un mismo fin: Ser exitosos.
El éxito es tan subjetivo que
para un padre ser exitoso podría ser: acabar tu carrera profesional, para otro
que fueras millonario y para otro que seas un hombre ejemplar, como para otros
tener unos nietos ejemplares o un matrimonio sólido, en fin. El éxito se puede
medir desde la perspectiva de cada persona conforme a sus propias expectativas
de vida.
Uno va creando esas expectativas
desde el seno familiar, los padres van fortaleciendo o debilitando nuestra
actitud hacia el triunfo. Es probable que en más de una ocasión escuchemos:
-últimamente has engordado, pareces cerdo; pero no me pidas ropa hasta que no
adelgaces.
Que motivador, ¿no les parece?
Ante el contexto de la
competencia del TKD, ustedes podrían imaginarse la diversidad de formas de
pensar de los padres de los participantes? El padre del que ganó, ese ES mi
hijo! Y del que perdió, ese NO es mi hijo!
La actitud de un campeón es
acorde a la actitud de la familia que lo acobija, existen familias ganadoras,
las perdedoras no existen, solo que ver esta perspectiva es difícil.
Si desde el inicio de nuestros
días, cuando empezamos de dar nuestros primeros pasos usaramos la PACIENCIA para
esperar el tiempo en que debemos hacer las cosas, no habría padres molestos
porque otros hijos ya caminan y el suyo no; o padres insultando a la mamá
porque sobreprotege a su hijo y no deja que se desarrolle con naturalidad; es
probable, no digo que esto sea una
verdad absoluta, que la actitud, ante situaciones que viven los hijos son
controladas por los padres; un buen consejo, una buena orientación, unas
palabras de aliento, un abrazo de reconciliación, o un hacer juntos para
enseñar, son situaciones que los padres deben promover en los hijos como
motivadores de actitudes en futuros campeones. Traduzcamos las palabras de un
padre (madre) que es fuerte de espíritu:
Hijo para ser un campeón:
·
Debes ser tú. Porque ninguno de nosotros puede
tomar tu lugar.
·
Debes ser real. Porque la ilusión no es algo que
se pueda lograr.
·
Debes creer. Porque existe toda posibilidad de
que lo logres.
· Debes ser bueno. Porque la bondad es nuestra
naturaleza que proviene de nuestra fuente y fortalece el espíritu.
·
Debes ser recto. Porque el engaño debilita tu
espíritu y lo mantiene ansioso.
·
Debes ser generoso. Porque dar o servir es la
razón principal de ser humano que vive en abundancia.
·
Debes ser paciente. Porque esperar es una forma
obtener buenos resultados, en el camino se aprende.
·
Debes ser justo. Porque la justicia permitirá
resultados equilibrados.
·
Debes perdonar. Porque tu naturaleza bondadosa
permite liberar cargas tuyas y de los demás.
·
Debes compartir. Porque el amor es algo que se
da.
·
Debes soportar. Porque el aprendizaje se da a
partir de ciertos tropiezos.
·
Debes sufrir. Aunque es optativo su nivel de
sufrimiento, debes sentirlo para disfrutar de la gloria.
·
Debes ser humilde. Porque sin importar su
estatus deben ser agradecidos y practicar todo lo antes dicho.
La pregunta es: ¿Cuantas de estas
frases las han utilizado con sus hijos? Les aseguro que aquellas personas de
alto rendimiento han utilizado más de seis. Practíquenlas, seguramente se
graduarán al mismo tiempo con sus hijos.
Los campeones no son pobres ni
ricos, ignorantes o sabios; son personas realizadas, felices, llenas de amor. Por tanto, sin importar lo que pase en tu vida, seas un padre estricto o
permisivo, seas un hijo rebelde o retraído, seas una madre alcahuete o dura:
“ámalos”; porque el espíritu se alimenta de amor.
Podrá haber sabiduría, fe,
esperanza y amor. Pero el amor es el más importante de estos, por tanto
comprendan que un ganador es aquel que ve amor en su familia principalmente, y
esto se complementa cuando: se junta con ganadores, practica con ganadores y
repite o copia el molde de los campeones. Si en tu casa tienes un campeón por
que acaba de ganar una medalla de oro en el Nacional de TKD, seguro tú (papá,
mamá, abuelo, abuela, padrastro, madrastra, primo, prima, tío, tía, o cualquier
familiar o amigo que estuvo con este campeón) has sido “motivo” para que
celebren una victoria más.
Pero si tú eres el que no logro
la medalla de oro, recurre a las frases anteriores y fortalece tu espíritu,
porque los tiempos son perfectos y tú eres un campeón.
JRT.